"Nosotros vimos nacer las Divisas"

Batalla de Carpintería

El 19 de septiembre de 1836 dos corrientes de pensamiento se enfrentan en un combate histórico que marcará el nacimiento de las divisas de dos de los partidos políticos más antiguos del mundo: el Partido Blanco y el Partido Colorado.

Blanca era la cinta con el lema “Defensores de las leyes” que por decreto del presidente Oribe debían utilizar sus partidarios. Los del bando de Rivera adoptaron una divisa celeste, color tomado de la escarapela nacional, la cual por acción del sol y las lluvias desteñía convirtiéndose en blanco. Motivo por el cual terminaron confeccionando una nueva con la bayeta del forro de los ponchos y chiripaes de color colorado más firme y resistente.

En ese enfrentamiento la casa de Arrúe también estuvo presente, representada por nuestro trastatarabuelo, el Coronel, don Juan Bernardino Arrúe López de Castilla.

Nuestro ancestro, con tan solo 20 años fue el continuador y encargado de restaurar el legado de don José Antonio Arrúe de Ipenza, en el manejo de aquella colosal estancia conocida como "Azotea de Arrúe" o "Mirador Rosado", además de reinstalar los pasajes sobre el Yí creados por su difunto padre con un "excelente bote" el cual le significaba generosos estipendios.

A pesar de los lazos parentales y amistad que lo unían a los clanes Oribe y Viana, Juan Bernardino Arrúe mantuvo cordiales relaciones de amistad con el Gral. Rivera y su familia, a tal punto que figura como su padrino al casar con María de la Natividad Laguna, hija del Prócer de la Independencia, héroe del Rincón, de Sarandí e Ituzaingó, Jefe del Estado Mayor del Ejército y 1er Ministro de Guerra y Marina del Uruguay, Gral. Julián Laguna Delgado-Melilla y de Clara Martínez, así como también apadrinó al primogénito del matrimonio Arrúe Laguna como se puede leer en el registro de bautismo.

En el tiempo de los Dragones de la Unión fue constante proveedor de ganado para consumo del regimiento. A la estancia familiar -existen muchas referencias documentales- solían ir a pasar temporadas aquel y su mujer, doña Bernardina Fragoso de Rivera, antes y después del alzamiento libertario del año 25. Y al surgir las discrepancias con el Gral. Lavalleja, se decidió por Rivera, de quien habría de ser años más tarde duro adversario.

Juan Bernardino nunca eludió los deberes patrióticos de la hora y anduvo incorporado en las filas guerreras junto al Gral. Laguna, que lo llamó desde la frontera para desempeñar comisiones; o cuando desde Canelones lo mandaron al puerto de Las Vacas con bastimentos y gente para la escuadra de Brown.

Al tiempo que iba creciendo en su incipiente carrera militar se convertía en hombre casi imprescindible en la Villa de San Pedro en cuanto fuere menester integrar cargos públicos. Prueba de ello es su nombramiento como delegado suplente del titular electo ante el primer Gobierno Patrio. Excepción hecha de los de caracter judicial, desempeñó todos, Mesas electorales, Consejos de Administración -que presidió-, Comisiones escolares, Colector Tesorero General "del que fue condecorado" por Rivera, según un oficio dirigido por él a Soriano, y otros.

En 1826, por elección popular ocupó el cargo de Defensor de los Pobres, similar a lo que hoy conocemos como Defensor de Oficio, y en 1831 a pedido expreso del Gobierno, -atendiendo la demanda de Luis de Larrobla -primer Administrador General de Correos-, acepta la responsabilidad de la Administración de Correos de esa plaza, no cualquiera, si no, la más antigua. Este ciudadano al que Durazno le debe homenajes, fue su 1er Jefe Político y de Policía, investidura que ocupó a fines de 1830, y por el cual el Salón de Honor de la Jefatura de ese Departamento lleva su nombre, al haber quedado constancias de su actividad, moderación y acierto con que se desempeñó. Muy pocos habitantes civiles y criollos acreditaban como él, antecedentes y condiciones tan recomendables. Tal fue así, que al ser electo Oribe como segundo Presidente Constitucional de la República en 1835, le confiere una vez más ese cargo a Arrúe.

Ocupando ese cargo, se produce el levantamiento del 36´, por lo cual no dudó en participar en la guerra comandando la Guardia Nacional, mientras el Cnel. Latorre lo reemplazaba. El 19 de septiembre de 1836 con el grado de Coronel y bajo las órdenes de Ignacio Oribe, hermano de nuestro pariente y fundador del Partido Blanco, el Brigadier Gral. Manuel Oribe y Viana, nuestro trastatarabuelo sumará sus fuerzas dando batalla contra las revolucionarias de su ex viejo amigo y compadre, el General Fructuoso Rivera. Enfrentamento donde nacerán las “divisas” de los “blancos” y los “colorados”, y en la que se leía la inscripción "Defensores de las Leyes".

Con todo orgullo puedo decir, "estuvimos el día que nacieron las divisas, integramos el primer directorio del partido y nuestra familia sigue en él orgullosamente representada como el primer día!!!