jueves, 15 de mayo de 2025

"Nacimiento de Hugo Enrique Francisco Stunz Arrién"

En Montevideo, el 15 de mayo de 1861 nacía Hugo Enrique Francisco Stunz Arrién, hijo de Hugo Stunz y Justina Estela del Corazón de Jesús Arrién Bianqui.

Por su lado materno era nieto de Juan Francisco Sandalio Arrién Castilla, nacido en Montevideo el 3 de agosto de 1820, y bautizado en la Catedral de la Inmaculada Concepción y San Felipe y Santiago de Montevideo el 7 de septiembre del corriente, por don Juan Ciriaco Otaegui, Teniente del Cura y Vicario don Dámaso Antonio Larrañaga, apadrinado por sus tíos, doña Lorenza de Muxica y Castilla y su marido, el ilustre doctor, don Juan Francisco de Paula Gutiérrez Moreno. El 22 de noviembre de 1840 formó un principal enlace al tomar la mano de Rafaela Jacinta de los Dolores Bianqui Rella, este entronque determinó la unión de una de las dos históricas familias engendradas por la matriarca patricia, doña María Bernarda López de Castilla y Cáceres de Arrúe y Arrién, con la no menos histórica familia de los Bianqui -gente de arraigo y posición ya en los tiempos del Virreinato.

Debido a su apoyo a los Blancos, nuestro homenajeado debió emigrar a la Argentina, radicando en La Plata. Pivel Devoto lo cita siendo parte de los socios fundadores del Ateneo de Montevideo. También hay alguna cita en la Asociación Rural y en algún listado de votación sobre la ley Educación.

En la vecina orilla fue vocal del Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires entre 1892 y 1894. Director del Diario “El País”, órgano de prensa de Carlos Pellegrini. Después de la crisis del 90 formó una compañía con la que adquirió el diario “El Día” de la ciudad de La Plata.

En 1911 fue designado como Director de Rentas de la Provincia de Buenos Aires donde realizó una excelente gestión.

Stunz Arrién, fue un benefactor en todo el sentido de la palabra, igual que lo fueron su suegra y su mujer. La Biblioteca y Museo Popular "Juan N. Madero", de la que era socio activo, fue una de las tantas instituciones que gozaron de su generosidad, figurando entre los donantes del terreno sobre el que hoy se alza su imponente edificio, uno de los más destacados y llamativos del distrito. En 1915 integró la Comisión de Fiestas Patronales junto al Dr. Manuel A. Zavaleta, el Dr. Martín Jacobé Iraola, Enrique Gómez Langenheim, Gabriel Barbará y Miguel D. Chafuén y al año siguiente actuó como escrutador de la Mesa Nº 3, junto al Dr. Arturo Reinecke. Fue también socio del Tiro Federal local, siendo frecuente su participación en numerosos concursos de esta actividad.

En Buenos Aires formó un principal hogar al tomar la mano en matrimonio de Petrona Cordero Villegas, bautizada el 14 de septiembre de 1861. Con el matrimonio de Hugo Enrique y Petrona se determina una nueva unión de los descendientes de las familias ARRÚE-ARRIÉN, siendo ambos contrayentes, bisnietos de doña María Bernarda López de Castilla y Cáceres.
Hija del respetable Doctor en Leyes, don Fernando María de la Cruz Cordero Arrúe y doña Petrona Villegas Cascallares, distinguida dama, cuya familia poseía un glorioso pasado que se remontaba a los tiempos mismos de las guerras de la Independencia y las luchas civiles. Petrona, digna sucesora y continuadora de la obra de su madre, fue secretaria de la Comisión de Damas del Hospital de San Fernando nombrado "Petrona Villegas de Cordero", institución de la cual en 1944 llegó a ser su presidenta honoraria.

Nieta paterna del reconocido médico cirujano, Fernando María Cordero de Mendoza, español nacido en Cádiz el 3 de junio de 1789, quien al graduarse de médico más de veinte años después, emigró al Río de la Plata, donde contrajo matrimonio con doña María de los Ángeles Arrúe López de Castilla. En Buenos Aires además de instalar su exitoso consultorio, decidió prestar sus servicios como médico cirujano en el ejército del Gral. Alvear, dónde se desempeñó brillantemente hasta que el alto mando lo destinó como Cirujano Mayor de la escuadra de Brown en la famosa goleta "La Pepa", la misma que en 1827 combatió en la Batalla de Juncal, siendo la escuadra Argentina la gran vencedora ante la imperial del Brasil. De su lado materno sus abuelos fueron, don José Justo Cayetano Villegas Ruiz-Gamiz, destacado Comandante de Milicias y Legislador de Buenos Aires y rico estanciero del Partido de la Matanza y de una riquísima doña Salomé Cascallares Blanco.

Los Stunz Cordero tuvieron una magnífica quinta en el predio delimitado por las calles Tres de febrero, Gral. Pinto, Lavalle e Ituzaingó, bella propiedad rodeada de magníficos parques y arboleda que fue punto de encuentro social de la alta sociedad. Según cuenta Enrique Burone Risso, la entrada principal se hallaba sobre la calle Tres de febrero y el frente lucía como ornatos, motivos barrocos con molduras en diversos colores, destacando particularmente una fecha: 1837, el año de su edificación. Agrega este autor, que en sus amplias cocheras se guardaban los carruajes y se cuidaba la caballada para el deporte de equitación, del que la familia fue afecta y recuerda las cabalgatas que la juventud sanfernandina emprendía en las tardes de fin de semana, desde la quinta hasta la propiedad de los Frías, en Punta Chica.

En San Fernando, el linaje de los Cordero se prolongó en los hijos de aquel matrimonio, Hugo Francisco, Fernando Víctor y Estela Stunz Cordero, quienes tomaron parte activa en la vida social de la localidad desde su adolescencia. Su homónimo, Hugo Francisco Stunz Cordero, nacido el 16 de junio de 1899 en San Fernando, distinguido remero, atleta, y reconocido navegante, radicado luego en La Plata, para en 1932 suceder a su padre en la dirección del periódico "El Día", dándole el impulso decisivo que lo llevó a ser el número uno en la provincia y lo colocó en la primera línea de los grandes diarios del país.

Hoy sus descendientes, hijos, nietos y sobre todo sus cónyuges han logrado mantener e incrementar el holding en comunicaciones heredado de sus mayores, entre ellos el Diario Popular de Buenos Aires, tercero en ventas de Argentina, solo superado por Clarín y La Nación.

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